jueves, 27 de mayo de 2010

Inesperado... Anhelado


Miles de detalles se agolpaban en mi mente, “esta noche serás nuestra esclava...” no dejaba de repetirme esa frase mientras deslizaba la crema por mi piel, acentuando la presión en las zonas más sensibles... De nuevo escuche mi teléfono y de nuevo eras tu, esta vez la instrucción era: “No hagas planes para el resto del fin de semana” un escalofrío recorrió mi piel, apenas era viernes, pero sin siquiera pensarlo respondí: “Todo mi fin de semana es para ti” fui al closet, examine toda mi ropa, quería algo provocativo, sensual... Era tanto lo que podíamos hacer en dos días!!! Con quien vendrías? aun estaba a tiempo de negarme... Sonreí... sabia que no iba a hacerlo... estaba tan ansiosa como asustada y eso solo le daba valor agregado al encuentro.

Al fin elegí... una blusa rosada, semitransparente que te invitaba al disfrute y una falda amplia blanca con detalles en rosa... la ligereza de la tela la hacia ideal para el disfrute en cualquier lado y sonreí al recordar que por eso la había comprado... Mientras abrochaba mi blusa mis pezones se insinuaban descarados a través de la tela, estaba empapada, podía sentir el calor entre mis muslos, la humedad que amenazaba con deslizarse hasta mis rodillas, tenias que llegar pronto, tenias que encargarte de todas estas ganas... bueno, tu y quienquiera que viniese contigo..

Completé mi atuendo con unas sandalias negras de tacón alto, cepille mi cabello y me maquille suavemente, por si acaso guardé un vestido corto, de esos de verano y estaba lista... solo esperaba... Pero esperaba en mi cuarto recordando a la hermosa morena con la que habíamos disfrutado tanto, seria delicioso convertirme en su esclava y mi imaginación comenzó a volar... casi sin darme cuenta comencé a tocarme, la imaginaba dándome nalgadas, mientras yo te mamaba el guevo, la imaginaba mordiendo mis pezones, halando mi cabello, ya casi... te imaginaba cogiéndola con fuerza mientras yo los miraba pero sin poder tocarme... viene ya el orgasmo... imaginaba tu orina y la de ella deslizándose por mi piel... y justo antes del que prometía ser un orgasmo inmenso.. Sonó el celular... eras tu...

Había llegado la hora...

Salí sin demora y mientras caminaba hasta tu camioneta, sentía mis labios vaginales rozarse uno con el otro, la humedad, el deseo, las ganas se estaban haciendo insoportables. Abriste la puerta del acompañante y subí, mire atrás y justo cuando esperaba ver a la chica sonreírme, vi al hombre que te acompañaba... UN HOMBRE!! Quede paralizada de la sorpresa pero tú acercaste mi cara a tus labios mientras me dabas un beso, rozaste mi rostro con tu lengua hasta llegar a mi oreja y me susurraste: “No te asustes, te trataremos muy bien” te miré interrogante y sonreíste, me presentaste a tu amigo, quien me pidió que lo llamara Paúl y arrancaste... “A partir de este momento serás nuestra esclava, te queda prohibido hablar sin autorización y la desobediencia será duramente castigada... ¿Has entendido?...” tus ojos tenían un matiz oscuro mientras me hablabas y nuevamente una mezcla de deseo y temor me invadió... cuando estaba pensando decirte que pararas, y volviéramos a casa me escuché decir sin rodeos: “lo entiendo y acepto”... Ya no había vuelta atrás.

Deslizaste tu mano entre mis muslos y mi humedad te recibió agradecida... En seguida sonreíste, le dijiste a Paúl que se acercara, abrí un poco mas mis piernas y sentí como el también dejaba entrar sus dedos en el calor de mi sexo. “Es toda una zorra” le escuche decir, tu le dijiste: “deja que la pruebes...”

Me pediste levantar mi falda a la cintura y abrir aun mas mi blusa... sacaste mis senos y me dejaste así: “Se una niña buena, tienes que permanecer así mientras conduzco, no importa si me detengo o si ves a alguien conocido... hoy solo eres una puta y estas a nuestro servicio” Y yo respondí: “si señor”

Durante media hora anduvimos en silencio, ibas por debajo de la velocidad y te detenías en las esquinas donde veías uno o más hombres en grupo... El Aire acondicionado hacia que mis pezones se endurecieran al máximo y mis piernas abiertas dejaban ver mi clítoris enrojecido, hinchado y brillante de la humedad. En par de ocasiones vi a unos jóvenes señalarnos y reírse, creo que eso te excitaba aun más... Paúl ya había sacado su huevo y lo acariciaba suavemente mientras me veía... De pronto, me pediste que bajara el asiento al máximo y me colocara en cuatro con el culo hacia delante... Me sorprendió la orden pero ¿Quién era yo para negarme? Sabia que ahora cualquiera podía ver mi culo, mis nalgas, tú las acariciabas y te diste cuenta que mi humedad había alcanzado mi agujero... Creo que eso te hizo volar la imaginación. Paúl tomo mi cabeza entre sus manos y me pidió que comenzara una mamada muy suave... solo quería sentir mi lengua, mi saliva y mi humillación. El hablaba contigo como si yo no estuviera, y escuchaba cuando te decía “mama muy bien, debe tener mucha practica” y tu reías y le respondías: “claro, es toda una puta, una mamadora de guevo”.

De pronto sentí que te detenías, ¿Habríamos llegado ya? O solo seria una parada más para que me observaran el culo? Cuando me pediste sentarme de nuevo supe que habíamos llegado, lo que no supe fue ¿a donde? No tenia ni idea de donde estaba, podía presumir que estábamos en algún lugar cercano a una playa, por el viento y la oscuridad. Frente a nosotros estaba una casa, amplia, aunque algo descuidada, parecía que hubiese estado abandonada... bajamos y entramos...

Aun no se quien me tomo por el cuello y me colocó de frente a un pared, “que esta pasan...” solo eso pude decir, una mano cruzo mi rostro, la fuerza del golpe me hizo caer de rodillas y te colocaste frente a mi y dijiste: “Nadie te ha ordenado que hablaras” Con un leve gemido respondí: “Si, señor” Me levantaste por el cabello y me colocaste en cuatro sobre el sofá, en ese momento comenzaste a meter tus manos entre mis piernas, mientras paúl me daba nalgadas hasta dejar sus manos marcadas en mi piel, al principio el dolor fue insoportable, pero luego, el calor de la sangre, tus manos jugando con mi clítoris y los insultos que me proferían comenzaron a hacer efecto y como el mejor de los vinos... a embriagarme.. Tan embriagada de placer estaba que no me di cuenta cuando dejaste de jugar con mi clítoris y te colocaste frente a mí, sacaste tu guevo, y lo metiste en mi boca, tan profundamente que sentí como me arqueaba y como aprovechabas para meterlo aun más adentro... Comencé a chupar con avidez, sentía mi lengua rozar con tus venas, con mis manos apretaba tus testículos, la saliva se desbordaba de mi boca y corría por mi cuello, con cada nalgada de paúl yo metía tu guevo mas adentro en mi garganta, quería sentir tu leche en mi cara, quería que llenaran todo mi cuerpo de sus jugos, de su saliva, de su semen, de su orina... pero aun no era el momento...

Sin previo aviso paúl me coloco boca arriba lo cual aprovechaste para empezar a jugar con mis pezones, mientras paúl se dedicaba a colocar varias pinzas de ropa en mis labios vaginales, tú mordías mis pezones, los pellizcabas, los halabas sin compasión y mis gritos se escuchaban en toda la casa... que exquisito placer..

Tal como había comenzado, terminó.. Ambos se detuvieron sin decir ni una palabra y yo quede en el sofá, con todo mi cuerpo adolorido, pero sin el anhelado orgasmo... tú me conoces bien, sabes que cuanto mas me niegues el orgasmo mas me excito, más puta me pongo, soy capaz de hacer cualquier cosa...

Aun estaba vestida, pero con la ropa fuera de lugar... Estuve a punto de preguntar porque se habían detenido, pero aun ardía tu mano en mi mejilla, así que me lo pensé mejor… me levante y trate de arreglarme un poco la ropa, tu reíste y me dijiste “no te preocupes por eso, no te durara mucho”, asentí y sonreí.. Estaba ansiosa porque me tocaras... Te acercaste a mi y tomaste mi cara entre tus manos, veía tus ojos, oscuros, profundos, podía ver tu deseo, casi podía tocarlo... Me besaste apasionadamente, sentía tu saliva en mi boca, tu lengua ahogándome y mi desespero por recibirla toda. No me di cuenta que Paúl había regresado hasta que sentí sus manos en mis nalgas, estaba detrás de mi, lamiendo mi cuello, y mi espalda, tu estabas al frente, rozando mis pezones, pellizcándolos, y deslizando tu mano hasta mis muslos. Paúl tomo mi cabello entre sus manos y lo halo fuertemente me hizo girar la cara y comenzó a besarme y a chuparme sin control, me mordía, sentía sus dientes en mis labios y a momentos quería apartarme, tu estabas arrodillado con tu cara entre mis muslos dejando que tu lengua compartiera mi humedad…

En ese momento alguien toco la puerta… Todo se detuvo, yo me asuste y te mire interrogante “abre la puerta, que esperas? Me dijiste.. Camine casi desnuda y al abrir la puerta fue una delicia sentir el aire frío en mis pezones, en mis muslos, cual no sería mi sorpresa al ver a nuestra hermosa morena que sonreía al verme ir a su encuentro…

“Bienvenida” le dije con la mejor de mis sonrisas… Se acerco a mi y me beso en los labios suavemente, “aun no había podido agradecerte por la otra noche” me dijo “Fue un gran placer” le respondí casi sin aliento.. Comenzó a caminar hacia la casa y mientras veía su cuerpo, sus curvas, me imaginaba saboreándola y sometiéndome a sus placeres… Aun soñaba despierta cuando sentí que me tomabas fuertemente entre tus brazos y me decías “Ahora vamos a comenzar putica, prepárate” Gemí de ansiedad mientras te sentía rasgar mi blusa, mis pechos quedaron al aire y mis pezones se irguieron con tanta fuerza que sentí dolor.. Desabroche mi falda y la deje caer y así quede desnuda frente a ustedes.. Solo con mis tacones…

“Ponte en cuatro zorra” dijo Paúl, lo hice y pude sentir las miradas de todos en mis nalgas.. “porque no caminas así como una rica perrita?” comencé a caminar y les escuché reírse, “Debes ladrar” me gritaban.. Yo temerosa de un castigo ladraba y caminaba en cuatro y les escuchaba disfrutar… “falta algo” dijo nuestra morena deliciosa, “creo que puedo solucionarlo” donde estaba no podía verla así que me limite a escucharla revolver en su bolso, cuando se detuvo les escuche reírse a carcajadas y ella anuncio “Faltaba tu cola perrita” dicho esto sentí algo entrar sin piedad en mi culo… Grite de dolor y todos rieron, “sigue caminando” cada paso era una tortura, sentía como se abría mi culo, pero poco a poco fue pasando el dolor y cada paso se convirtió en una delicia, me dolían las rodillas pero cada vez que me acercaba a ustedes, me nalgueaban, o introducían un poco mas mi “cola”

Cuando pude ver, Paúl estaba cojiendose a la morena, la tenia en cuatro, en su cara se veía reflejado el placer… Me sacaste la “cola” y sin esperar una orden tuya me coloque debajo de la chica, en un delicioso 69, mientras ella chupaba mi clítoris con un hambre increíble, yo saboreaba su culo y veía como Paúl entraba y salía, recibiendo mi lengua en cada movimiento, creo que fue suficiente para Paúl porque momentos después le sentía tensarse en una orgasmo y tuve que esforzarme por recoger todo el semen que se desbordabas del culo de esa morena impresionante… Paúl se retiro y yo luego de limpiarle su guevo muy bien me dedique al culo de nuestra amiga, ella había dejado de mamarme para recibirte en su boca, sabia que aun no querías cojerme pero mi deseo crecía y cuanto más crecía mas hondo introducía mi lengua en el culo, mordía sus nalgas, introduje dos dedos en su cuca mojadísima, y a momentos restregaba mi cara contra su cuca y su culo…

Antes de sentirla acabar en mi boca te escuche “porque no vienes a mamarme el guevo puta” me acerque a ti y junto a ella continué chupándote, estaba visto que nosotras nos llevábamos muy bien y no perdíamos oportunidad de besarnos, y dejar que nuestras lenguas se enredaran con tu guevo y saborearnos, nos acariciábamos sin pudor, con un deseo increíble, nos estábamos cogiendo con los dedos cuando sentí un ardor increíble en mi espalda, cuando levante la mirada te vi con el látigo en la mano, un nuevo latigazo cayo en mi piel y gemí de dolor, me tomaste por el cabello y me dijiste “voy a darte por el culo”

Inmediatamente te coloque mi culo en frente y te dije “reviéntalo” abría mis nalgas con mis manos y separaba mis piernas, sin previo aviso entraste en mi culo, pero no sentí dolor.. Estaba dilatado, casi esperándote, pude sentirte entrar y salir y mis gemidos llenaban la casa.. Me estabas reventando el culo tal como te lo había pedido. Tu tomabas mi cabello y lo halabas, así me obligaste a levantar la cara cuando Paúl y nuestra amiga se acercaban, pensé en mamarle el guevo a paúl pero lo rozo por mi cara y luego sentí su orina deslizarse caliente, solo un instante después ella también lo hacia, y la fuerza de tus manos halando mi cabello me controlaban de tal forma que no podía evitarlo… Te sentí moverte mas rápido, sin piedad, no te importaba mi dolor, solo tu placer y eso me hizo sentirme mas humillada, mas puta, mas perra, la orina caía y mojaba mi cabello, mi rostro, mi cuello, tu estabas en mi culo y mi propia humedad corría por mis muslos que temblaban, sentí el orgasmo envolverme, gemía sin poder controlarlo y la orina entraba en mi boca, movía mi culo, sentía como halabas mi cabello y el dolor solo intensificaba mi orgasmo y de pronto te sentí acabar dentro de mi, tu semen inundándome toda, y tu respiración agitada..

Cuando saliste de mi culo, fuiste a sentarte con nuestra amiga y Paúl que te esperaban… Yo no tenia fuerzas para levantarme.. El orgasmo había sido mi premio luego de todo un día de espera, un premio acompañado de humillaciones y placer.. Allí estaba yo, tumbada en el suelo, desnuda, llena de orine, semen, y mi propia humedad.. Con mis muslos temblando aun y la respiración entrecortada.. Sintiendo dolor en mi cuero cabelludo y un exquisito placer en cada palpitar de mi clítoris que aun se estremecía...

Te acercaste a mi y me acompañaste a la habitación, la nuestra.. Entraste a la ducha conmigo y mientras me besabas suavemente me dijiste: “estuviste muy bien mami.. Pero quiero mas… aun nos quedan dos días…”

Y eso me quede pensando… dos días.. Cuatro personas, una casa y una gran imaginación…

Ese fin de semana iba a ser el cielo… o el infierno?

1 comentarios:

Unknown dijo...

Tengo que felicitarte, no suele ser frecuente que las personas en Internet se atrevan a plasmar aspectos emotivos. Buen blog, es personal, identificable y tiene personalidad. Se aleja de la masa horrenda y amorfa que diluye la personalidad en los chats. Si tienes a bien me gustaría que pasaras por mi blog, el enriquecimiento de ideas mutuas es siempre positivo. Saludos.
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