jueves, 21 de enero de 2010

Mesalina

Mesalina es fuego en esencia… sin pudor y salvaje, mesalina es la hembra en celo, es la puta, es la perra que corre entre los cachorros, con olor a deseo.

Mesalina no tiene vergüenza, no tiene límites.

Es la Emperatriz que tiene poder sobre todos y la puta que los recibe en sus entrañas.

Mesalina huele a sexo, piensa en sexo, necesita sexo. Ella es el sexo.

En su forma mas pura, carnal, terrenal, morbosa… placentera.

Mesalina se sueña… entregada a desconocidos que usen su cuerpo con descaro, inmunda se imagina llena de saliva, semen y orina, lágrimas y flujos que corran por su piel confundiéndose, ensuciándola, rastros de los visitantes que se han servido de ella.

Adolorida se imagina, con las marcas en su cuerpo, fue un látigo? una mano? unos dientes? una fusta que dejó su huella? o un cinturón que se dibujó en su carne?

Fueron todos… los que azotaron su cuerpo para placer de los demás, los que provocaron sus lágrimas, sus gritos de dolor, sus gemidos de placer y el río de lujuria que corría impetuoso entre sus muslos.

Mesalina se piensa… Provocando los más oscuros pensamientos, incitándolos, estimulando los sentidos, excitándoles a todos… Mesalina los libera y les permite aprovechar cada rincón de su cuerpo como guarida.

Mesalina les recibe, porque cuando se despiertan sus entrañas hambrientas gritan pidiendo ser saciadas. Mesalina es el pecado y el cielo.

Son iguales para ella, hombres, mujeres, animales, jovenzuelos iniciándose, ancianos desahogándose, pulcros o mendigos, maduras ansiosas o tiernas putas...

Mesalina es la hembra que les recibe como animales salvajes y les permite servirse de su cuerpo los placeres más oscuros que habitan en sus mentes…

Mesalina soy yo… mesalina es mi piel y mi secreto, es mi verdad y mi amante.

Mesalina duerme en mí y vive en mí.

Mesalina te esperaba… Se hace libre con tus pensamientos y tus deseos, mesalina se rinde ante ti… mi emperador… mi rey, mi todo.

Para ti mis deseos, para ti mi esencia, para ti mi libertad.

Porque mi lujuria, mi lascivia, mi morbosidad.. La puta que soy, la perra que se arrastra, la zorra que se revuelca y la hembra que se entrega….Ya te pertenecen

miércoles, 20 de enero de 2010

Mesalina al acecho...

Aún no era de noche…

Al contrario, afuera brillaba el radiante sol que caracteriza mi ciudad, pero había llegado a casa de la oficina y mientras me desvestía a un lado de la cama, vi el enjuague bucal…teníamos una cita pendiente para esta noche… pero creí que no seria justo hacerle esperar tanto… al final ambos lo deseábamos…

Estaba caliente, los recuerdos de la noche anterior y la pasta dental llegaban a mi mente sin descanso y en cada momento provocaban una descarga de humedad que iba dejando su huella en mi ropa interior y amenazaba con humedecer algo más…

Me desvestí con rapidez y de nuevo fui a mi lecho… no estaba a media luz ni silencioso.. Afuera escuchaba el vaivén de mis hermanos en una sábado cualquiera y yo, allí dentro, rumbo a mi paraíso…

Sabía que no podría ir lentamente, en ese momento no… con todas esas ganas no… Estaba en celo y quería sentir prontamente que mis dedos jugueteaban con mi clítoris una y otra vez.

Recostada en la cama, sabía que el orgasmo llegaría con rapidez y ansiedad… Así que, en principio dejé que mis manos avivaran mi espera y mis dedos comenzaron a jugar con mis pezones…adoro verlos endurecerse…imagino su boca acercándose y mis temores.. Será su lengua la que me acariciará o serán sus dientes los que se clavaran en mis pezones?

Casi puedo ver el rastro que su saliva deja en ellos, y me excito aun mas… los humedezco un poco con mi propia saliva y sin poderlo resistir dejo que mis dedos se deslicen hasta mi entrepierna que palpitante anhela el roce y el contacto…

Estoy empapada y un detalle sencillo que me hace sentir entregada, penetro dos de mis dedos con fuerza en mi cuerpo… y luego los dejo viajar a mi boca para sentir el sabor de mi propio deseo.

En ese momento mi mente viaja a su encuentro y son miles las imágenes que bombardean mi cabeza, lo se, aun debo recorrer mucho camino antes de hacerlas realidad, pero mesalina grita dentro de mi sus deseos y mis dedos le complacen rozándome una y otra vez, haciéndome la protagonista de sus fantasías mas perversas, de sus secretos mas morbosos.

Imagino mi dolor entrelazado al placer de ser suya, un dolor que nace desde el momento en el que con fuerza, aprieta entre sus dedos mis pezones, hasta el instante en que mis lágrimas abandonen mi cuerpo acompañando mis súplicas. Y me veo a mi misma usada, marcada, con lágrimas en mis ojos y sudor que cubre mi piel sangrante…

Mi miedo, mi dolor, mi placer, mis roces, mi mente, mi cuerpo, mi alma… todo se entrelaza en cada roce que mis dedos hacen al botón hinchado y enrojecido que reclama placer… Poco a poco pero con mas rapidez de la que yo misma esperaba, comienzo a sentir el deseo de correrme, de explotar, de convulsionar en mi cama desesperada ante el placer que recibía…

Entonces lo vi allí… aun con un poco de voluntad deje que mis dedos se humedecieran en el enjuague bucal y luego reanudaran el ritmo del baile que hacían en mi cuerpo, entonces, cuando el orgasmo se acercaba y comenzaba a invadirme, un fuego comenzó a desbordarse de mi, naciendo en mis entrañas, expandiéndose por toda mi entrepierna alcanzando el orgasmo y uniéndose a El en una armonía exquisita e inigualable.

Debía disfrutarlo, así que cerré mis ojos y sentí cada movimiento de mi cuerpo, cada gemido que se escapaba con mi respiración, cada roce que con fuerza hacía en mi clítoris, castigándolo, complaciéndolo…

El orgasmo fue largo e intenso… como lo había sido las veces anteriores con el enjuague… pero esta vez debía seguir… así que cuando mi respiración se hizo normal, invité nuevamente a mis dedos a pasear por mi intimidad, cada roce aun calentaba mi piel, confundiendo los olores, los fluidos… la humedad desbordaba mis dedos y aumentaba con cada roce…

Pero aun después de varios minutos el orgasmo no llego…

Me mantuvo ansiosa, expectante, anhelante… Buscando sentir que mi cuerpo volvía a rendirse… exigiéndoselo… pero autónomo, se negó a complacerme y dejo que mis deseos se volvieran parte de mi tarde… porque el orgasmo no me visitaría sino hasta otro momento.

Mientras ese momento llegaba, debía conformarme con sentir la humedad que me invadía, con recordar las imágenes de mi cuerpo retorciéndose, con soñar los instantes en que mi cuerpo honrara mi nombre y me convirtiera en una puta que complace a su Señor.

Debía volver a mi día a día, a mis quehaceres cotidianos, solo que húmeda y ansiosa, deseando el orgasmo, viéndolo esquivarme y buscando instantes a solas para tocarme fugazmente y calmar mi fuego…

Fuego, eso era lo que sentía que me invadía, que me llenaba, que explotaba en mis muslos…

Mesalina está al acecho… busca gobernarme de nuevo… y yo.. Estoy dispuesta a rendirme.

sábado, 16 de enero de 2010

A Oscuras


Sabía que en cuanto las luces se apagaran mis dedos correrían a mi entrepierna…
Es una debilidad… la oscuridad y los lugares solitarios hacen que mis deseos se descontrolen y es inevitable complacerles… Eso ha hecho que deje mis orgasmos en sitios donde la cordura no me lo hubiese permitido, pero donde la soledad y mi lujuria me han invitado a pecar.
No tenía muchas ganas de tocarme… pero era aun de día… y entre las actividades de casa a veces se pierde el deseo y el placer de pensar….
Cuando las luces se apagaron, pensé en las 4 horas que tenía ante mi… sola en casa… a oscuras y con tus deseos en mi mente… “tócate, y prueba untando un poco de pasta de dientes en tu clítoris al momento del orgasmo... no te detengas… luego lo intentas con enjuague bucal… quiero saber cual de los dos potencia mejor tus orgasmos”
Conozco bien mi cuerpo y se que no le es fácil tener los orgasmos con la frecuencia que los deseo, a menudo, luego de tocarme debo esperar largos minutos antes de intentar alcanzar el éxtasis pues las palpitaciones en mi clítoris son tan fuertes que el roce inclusive es incómodo…
Pero estaba sola y a oscuras… Era hora de comenzar mi ritual…
Encendí una vela y mi habitación quedó a una media luz deliciosa, lujuriosa… Desvestí mi cuerpo… poco a poco… y me acosté en mi cama…
Mis dedos rozaban lentamente mi entrepierna, no estaba húmeda, pero sabía que eso sería sólo por poco tiempo… acaricié mis pezones, se endurecieron… recordé Su voz... y al instante el placer salió de la boca de mi estómago y recorrió desde allí todo mi cuerpo… Sentí la humedad comenzar a desbordarse en mi entrepierna y al rozarme de nuevo estaba húmeda… sonreí… lo sabía...
La pasta de dientes estaba a mi lado, en la cama… me preguntaba si la probaría de verdad… si tendría voluntad para detenerme cerca del orgasmo y untarme... que pasaría?
Mis dedos rozaban mi clítoris con fuerza, sintiendo como iba creciendo, dejando que mis jugos lo humedecieran… deslizaba mis manos por mi culito, cerrado pero palpitante y subía nuevamente para meter dos dedos en mi coño… que los recibía ansiosa aunque reconozco que eran insuficientes… Pero sería suave esta noche... solo mis dedos…
Rápidamente comencé a perder el control… y en esos momentos me excita mirarme a mi misma como un espectador anónimo que se asoma a la ventana…
Ahí estaba yo, desnuda, a la luz de las velas, con mis piernas levantadas y mis manos recorriendo mi cuerpo, dejando escapar gemidos cortos y cada vez mas rápidos, con miles de imágenes llegando a mi cabeza… con mis caderas que se movían buscando el ritmo que mis dedos le marcaban y anhelando que entraran aun mas, aun mas, así me veía… dejando que mis dedos entraran en mi cuerpo y llevaran mi humedad a todos mis rincones, porque a la luz de las velas mi humedad brillaba al dejar su huella en mis pezones, en mi cara, en mi vientre…
Mi cuerpo se tensaba, mi espalda se arqueaba y el orgasmo llegaba mas pronto de lo que pensaba, invadiéndome toda y dejando que un gemido prolongado y placentero rompiera el silencio de una noche a oscuras… Escucharían los vecinos? En el último segundo de control, tomé la pasta de dientes y la unté en mi clítoris… el orgasmo terminó de llegar mientras lo rozaba con la crema, sin sentir nada mas que mi respiración y mi cuerpo estremeciéndose…
Durante unos segundos nada pasó… pero cuando mi cuerpo comenzaba a relajarse el calor de la menta fue llegando… recorría toda mi entrepierna y sentía que incluso ese calor me penetraba… no había pasado un minuto aun… pero mis dedos volvieron a mi clítoris… con la sorpresa que éste le recibió gustoso e incluso anhelante…
La escena se repitió, esta vez con una sonrisa de satisfacción en mi cara y Sus palabras en mi mente “eres mas puta de lo que crees” Mmmmm seguro que lo soy mi Señor…
Mis dedos presionaban con fuerza, apretaban, rozaban, se deleitaban, sentía la humedad cada vez mayor, y mi olor mezclado con la menta… cada movimiento, cada escena, cada roce acercaba un orgasmo que pronto me invadió… Y esta vez no me detuve… Solo respiré… y nuevamente volví a rozarme… descubriendo que mi cuerpo aceptaba gustoso cada caricia.
Dos veces mas los orgasmos llegaron… el tiempo era corto, mi mente estaba sorprendida, mi cuerpo deseoso, agotado, mis dedos moviéndose para buscarme con insistencia… deseo, morbo…
Aun faltaba el enjuague bucal… y no pude evitar la sonrisa que me hace sentir como una niña haciendo travesuras.
Un mensaje en mi cell me devolvió a la realidad… Mi hermana casi estaba llegando… La habitación, a media luz, olía a sexo y menta… Los labios y mi clítoris estaban hinchados y calientes, pero al caminar, el roce del aire convertía el calor en un frío que me quemaba y que yo disfrutaba.
Fui al baño…
El agua se sentía helada al caer por mi entrepierna…
Luego de refrescarme un poco... sequé con calma y suavidad mis rincones… Recibí a mi hermana quien venía acompañada… y nos hicimos compañía el resto de la oscuridad... las horas pasaron y la intimidad se perdió… El enjuague bucal sigue a un lado de mi cama… Esperando… mirándome anoche cuando me acosté a dormir y esta mañana al levantarme… Hoy al leer los titulares recuerdo que el gobierno anunció que tendremos dos horas mas de oscuridad… y yo sonrío… creo que es turno del enjuague bucal…

Pero mientras pienso, mientras me toco, mientras escribo… sigo recordando sus palabras

“Eres mas puta de lo que crees”

viernes, 15 de enero de 2010

Abriendome para usted




La primera vez que me pidió meter las bolas en mi culo, le dije “esta seguro de lo que esta pidiéndome?”
Segura estaba yo que no podría, mi agujero realmente estrecho no cedería y quería evitarme el dolor de intentarlo. Pero algo susurraba en mi oído… “hazlo” y le dije “esta bien, lo intentare…”
Recostada en mi cama mis dedos comenzaron a jugar con mi culo, llenos de lubricante, facilitaban el camino al juego de bolas que esperaba cerca de mi… entrarían?
No podía esperar mucho tiempo porque sabía que usted quería saber si había cumplido sus órdenes, así que luego de lubricar bien mi estrecho rincón, acerque la primera de las tres bolas rojas y comencé a presionarla lentamente…

Para mi sorpresa pronto estuvo adentro, sin dolor… era obvio que las visitas de mis dedos a mi culo en cada orgasmo, estaban rindiendo frutos… Luego que la primera de las bolas estuvo adentro me detuve para disfrutar las sensaciones de mi cuerpo, no había dolor, pero entre mis nalgas se sentían las dos bolas que faltaban… y al moverme, la bola que estaba dentro de mi, vibraba, dándole a mi cuerpo el recordatorio de que mi culo estaba penetrado…
Con mis dedos roce nuevamente y note que estaba cerrado, presione un poco mas y la segunda bola fue entrando, podía sentir como mi culo se abría para recibirla y como se cerraba luego, esa es la sensación que mas disfruto, cuando mi culo arropa las bolas y las aprieta dentro de mi cuerpo… me pregunto si así lo arroparan a usted cuando me penetre, imagino como mi culo se abre para recibirlo y luego se cierra para tenerlo dentro de mi, para que Usted pueda sentir cada roce, cada pliegue, cada movimiento que mi cuerpo hace.

En ese momento, siento los deseos naturales de expulsar las bolas, pero se que debo controlarles y en lugar de sacarlas, presiono un poco mas la tercera para que quede dentro de mi.
Se siente incomodo… pero un par de minutos después mi cuerpo se adapta y ya no molestan… me gusta sentir que mi cuerpo logra adaptarse a las formas que usted desee… porque imagino las cosas que mi culo pudiese albergar con el tiempo y la practica… sobre todo la mas importante… su mano... Si alguien separara mis nalgas, solo vería entre ellas un pequeño hilo blanco que sale de mi agujero… porque todo lo demás esta dentro de mi.
Estoy mojada… Aunque las bolas no se sientan, el tener la conciencia que están dentro de mi me excita. Al caminar noto las vibraciones y aprieto… Al sentarme noto que mi culo quiere abrirse y presiono…

Es ese juego el que me gusta… Estoy en casa, preparo la cena, converso con mi hermana, veo un poco de televisión o hablo por teléfono… y ahí a la vista de todos, pero sin que nadie lo sepa también soy la chica que disfruta el juego de bolas en el culo, porque su Amo ha decidido que así sea. No importa, donde o delante de quien, Le pertenezco y por eso sonrío excitada, por eso me muevo… porque mi placer no son las bolas que siento dentro de mi, sino saber que Usted puede usarme como quiera, desde la forma mas sencilla, hasta la mas compleja.

Luego de varios minutos, incluso un par de horas, puedo quitarlas… Y llega otro momento deliciosamente incomodo… Al comenzar a presionar para que salgan, siento como si mi cuerpo evacuara, lo cual es un poco incomodo, sin embargo al sentir la bola abriéndose paso no puedo evitar cerrar de nuevo y sonreír… “primero no quieres que entren y ahora aprietas para no dejarlas salir”
Me gusta… como mi cuerpo se abre y se cierra adaptándose a las formas, como pareciera tragárselas cuando entran… y como se abre desde lo más profundo para dejarles salir…
Poco a poco se asoman y las comienzo a retirar una a una… las coloco en una solución para asearlas y las dejo allí mientras cierro los ojos y siento mi culo vacío… pero aun abierto…
Sonrío… No hubo dolor… Extrañas sensaciones va conociendo mi cuerpo y va disfrutándolas… y sentir que ese pequeño agujero va cediendo poco a poco me dibuja una sonrisa de satisfacción.

Se abre la puerta para sentir mas entrega.

miércoles, 13 de enero de 2010

Su Sabor...



Y después de tanto esperar estaba allí, Desnuda…. Frente a El…
Desde el momento en que nos encontramos, su mirada directa y profunda estudiaba mi cuerpo, la sentía recorriendo mis rincones, casi tocándome… yo me arropaba con el bullicio y el agite de la llegada, los trámites, la gente… Pero había entrado en la habitación y cuando escuche cerrarse la puerta, comprendí que ya no podía huir y que realmente mis pies no querían moverse de allí.
Había dicho pocas cosas desde que nos encontramos, nerviosa y excitada esperaba con ansiedad sentirle, quería pedírselo, pero me limite a quedarme allí, de pie, esperando sus órdenes.
-“Ven aquí” Le escuche decir y entonces me di cuenta que estaba sentado en un sillón y me hablaba.
Por primera vez vi su cuerpo desnudo frente a mi, y frene el impulso de correr a sentirle en mi piel, camine hasta quedar frente a El… y entonces me dijo –“arrodíllate y déjame sentir que tan bien puedes usar tu boca para mi placer”
Al arrodillarme pude sentir el frío del piso en mis rodillas y mientras mi cara se acercaba a su cuerpo, disfrutaba el olor que iba arropándome, el calor que iba sintiendo.
Deje que mi cara se quedara allí, entre sus piernas, sin abrir mi boca... solo respirando, llenándome de su olor, de la realidad de su presencia, de mi propio deseo por seguir.
Pero la urgencia de mi deseo abrió mis labios y comencé a sentirle en mi boca… mi lengua se esmeraba en recorrerle lentamente, reconociéndole, sintiendo los pliegues de su piel, entrando a cada segundo un poco mas, invadiendo mi boca, llenándome…
Su mano se poso en mi nuca... sosteniendo... guiando el ritmo… pero yo me deleitaba en la lentitud de mis labios al recorrerle, en la humedad que dejaba mi lengua al acariciarle, y que luego dejaba que rozara en mi cara para que mi propia piel quedara húmeda…
Poco a poco le sentí crecer y endurecerse en el calor de mi boca, y a medida que le sentía invadirla, costaba mas y mas abarcarlo todo, mi ansiedad jugaba conmigo y ya no le recorría con tanta lentitud... mis labios le buscaban, y mi cara se enterraba hasta sentirle rozar mi garganta… (Respira por la nariz) me decía a mi misma, para poder sentirle mas tiempo… pero mi cuerpo reaccionaba y al sentir la arcada acercarse, me quitaba presurosa para seguir en un roce constante que ya involucraba mis labios y mis manos, porque con ellas, recorría sus testículos, sus muslos y a ratos le masturbaba porque mi lengua se quedaba rozando su glande y sintiendo como una gota de su humedad premiaba mi placer.
Me desesperaba tenerlo allí para mi… mi boca le buscaba, incluso mi garganta disfrutaba cuando mi cuerpo se tensaba en una arcada incontrolable, que llenaba mi rostro de lágrimas y dejaba que los hilos de saliva al salir de mi boca, corrieran por mi barbilla…
Cuando le sentía en mi garganta buscaba mover mi cara, para que sintiera como rozaba las paredes de mi cuerpo, húmedas, con tanto deseo como el que invadía mi entrepierna empapada.
Y eso imaginaba cuando le sentía en mi boca… por eso me apretaba a su cuerpo aunque las arcadas se hicieran presentes, porque en cada arcada le sentía entrar un poco mas... me ahogaba, mis ojos le buscaban suplicantes por un poco de aire, pero sus manos se apretaban a mi nuca, mi cara se movía desesperada brindándole un placer exquisito al ver mi lucha, y sentir como cada parte de su miembro iba rozándose con mi lengua, mi garganta, mi saliva, mis labios.
Cuando finalmente soltó mi cabeza, abrí la boca buscando un poco de aire, pero su mano volvió a sujetarme y aferrarse a mi cabeza en un vaivén que me permitía respirar cortos instantes…
Usted se rozaba contra mi cara, a estas alturas sudada, llena de mis lágrimas, de mi saliva y de su humedad…
Deseaba sentir como se corría... pero sabía que no me lo daría fácilmente…
Intentando recuperar el aliento, deje que mi boca bajara a sus testículos, que mi lengua les recorriera, que mi boca se abriera para sentirle dentro, que la saliva los inundara… Sentía la humedad de mi propia saliva que corría por los pliegues de su piel y seguí su recorrido hasta llegar a un punto que mi placer esperaba… Su culo
Allí, frente a mi… mientras mis manos seguían masturbándole suavemente, mi cara busco espacio entre sus nalgas para que mi lengua recorría su culo poco a poco, para sentirlo abrirse, para sentir el sabor que un poco acido invadía cada papila, mi cara, enterrada en su rincón vuelve a respirar agitada, pero esta vez no me quito, dejo que su olor me invada totalmente, dejo que cada respirar me llene de Usted y mi lengua busca salir mas y mas de mi boca, para sentir que entra en su cuerpo y le disfruta…
Un gemido escapa de sus labios y siento como se contraen sus músculos… Es hora de volver a saborearle…
Doy unos cuantos lametazos a su culo, como las perras cuando buscan saciar su sed y ya no sigo masturbándole, porque ahora será mi boca la que se encargue nuevamente.
Estoy ansiosa, excitada, ya no me importa que me ahogue, ahora quiero que me use, que me penetre con fuerza, que me haga sentir que usted es mi aire… Siento al respirar el olor aun de su culo, porque mi piel esta lleno de el... y comienzo a apretar con mis labios mientras subo y bajo con mas intensidad… mientras dejo que su glande roce mi garganta y luego mi lengua lo acaricio, mientras mis manos aprietan sus testículos y mis dedos se deslizan hasta alcanzar su culo y atrevidos buscan refugio en el
Trago al sentirle en mi garganta para que pueda ir entrando un poco mas y mas…hasta que siento que su cuerpo se tensa y apresuro mis movimientos, quiero que se derrame en mi boca… lo deseo… lo ansío..
Cierro mis ojos y los aprieto con fuerza, siento que viene su orgasmo a invadir mi boca, debo recibirle como se merece… y aunque mi cuerpo luche por alejarse su mano me sostiene y sin piedad me aprieta a su cuerpo como desearía que se apretara a mi entrepierna para derramarse en mi y convertirme en su propiedad, marcarme, y que su semen me bautice o me glorifique como el vino consagrado en el Altar de mi entrega.
Desespero, desaparece todo, falta el aire… y entonces me suelta… y quedo allí, de rodillas, sudorosa, agotada, con su semen que invade mi garganta y en mi ahogo sube por mis cavidades nasales… Usted esta allí, en el sillón, recostado… con los ojos cerrados... Saboreando aun su placer…
Me acerco con humildad y dejo que mi lengua le recorra, limpiando con mi saliva toda la humedad que quedo… y recuesto mi cara en sus muslos, mientras mi respiración se normaliza y siento su mano posarse en mi cabeza…
Este es mi camino…

Proximamente